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Conservación
PROTECCIÓN
Reservas, parques, refugios y santuarios - 3ª parte
Planificación de un parque nacional
eneralmente, se precisa invertir una considerable cantidad de dinero y energía en la planificación y uso de un parque nacional. Éstos están a menudo fuera de las posibilidades de países más desarrollados, y precisan de ayudas internacionales. De cualquier forma, a causa de la atracción que genera en el turismo este tipo de lugares de recreo al aire libre, a menudo se ven amortizados económicamente en poco tiempo y por ello compensado los esfuerzos invertidos.
Esta panorámica de la sabana Keniata da una
imagen de la diversidad de fauna y
posibilidades turísticas de la zona
En África Oriental, por ejemplo, los parques nacionales son una fuente mayor de ingresos por la afluencia de extranjeros, que localizan en esos parques una rica vida animal salvaje y única. Como resultado de la especialización en el desarrollo, planificación y uso de parques nacionales, y a causa de su importante crecimiento económico, una dirección especializada en el establecimiento y mantenimiento de estas áreas se encuentra ahora disponible para su asesoramiento en cualquier parte del mundo. Dentro de las Naciones Unidas se ofrece esa ayuda a países en desarrollo mediante la UNESCO, UNEP, y FAO; fuera de las Naciones Unidas esta disponible la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Recursos Naturales.
Refugios y santuarios para la protección de determinadas especies
Un uso menos restrictivo de un área de terreno virgen es el que está dirigido a la protección de una especie, o grupos de animales salvajes o plantas. El uso de este tipo de tierras incluye refugios de la fauna y santuarios para variados géneros botánicos. En tales áreas, aquel uso de la tierra que pudiera interferir en el bienestar de la especie protegida queda excluido. Aun así, otras formas de uso son toleradas si no entran en conflicto, o si realmente asisten en la creación de un ambiente satisfactorio para las formas de vida protegidas.
Los refugios y santuarios a menudo se establecen para preservar una especie de fauna o plantas en peligro, particularmente cuando los índices de distribución se han visto seriamente reducidos; ejemplo del refugio Umfolozi y otras áreas reservadas en África del Sur, en que se protege la especie de rinoceronte blanco del sur. Los refugios del cóndor de California es de naturaleza similar.
Una de las medidas de control de los refugios es quitar las especies competidoras, como las rapaces, acción ésta que sería absolutamente impropia en una reserva de naturaleza estricta
Se proveen refugios y santuarios también para especies más abundantes que requieren protección durante periodos de sus ciclos de vida, o áreas donde guarecerse para asegurar la reproducción. Muchos refugios y santuarios de la fauna en Estados Unidos y Europa son de este tipo; proveen lugares protegidos para el descanso, cría, o paso del invierno de especies de fauna (particularmente acuática), que pueden ser cazados fuera del refugio.
Entre las medidas de control de estos lugares, es necesario reforzar el hábitat de las especies protegidas, y quitar cualquier competidor o rapaz que pueda interferir en la cría o supervivencia. Tales medidas serían impropias en en los parques o reservas de naturaleza estricta, porque su propósito sería proteger la totalidad de la comunidad ecológica, sin favorecer a ninguna especie en particular.
Las medidas variadas empleadas para la protección y uso de recursos vivos en tierra, también son de aplicación a las áreas acuáticas. En zonas acuáticas terrestres y del medio marino, se han establecido reservas en muchas partes del mundo para proteger variadas formas de plantas y animales que viven en aguas saladas y dulces. Australia, por ejemplo, tiene reservas muy importantes; Kenya y Tanzania tienen parques marinos y otras reservas en sus costas. El lago Baikal, en la antigua Unión Soviética, es ahora un parque proyectado para proteger no sólo la vida en aguas frescas, sino también otras áreas de naturaleza única.